SEXO
¿Recuerdas cómo fue tu primera relación sexual? ¿Coincide con tu primer orgasmo? Lo más probable es que la respuesta sea no.
Cuando te enfrentas a tu primera experiencia sexual con otra persona, lo más frecuente es que estés nerviosa, te sientas torpe y que desconozcas tu cuerpo.
Y eso, sumado a la vergüenza e inseguridad (que se traducen en falta de comunicación), a la poca educación sexual con la que se nos ha formado y al coitocentrismo, hacen que no llegues al orgasmo.
Que pase de forma habitual no quiere decir que sea normal. El clítoris (órgano encargado de dar placer y responsable de los orgasmos) funciona perfectamente (siempre y cuando hayamos descartado problemas fisiológicos yendo al ginecólogo), sólo hay que aprender a tocarlo.
Por eso, se suele decir que el orgasmo tarda en llegar. Cuantas más relaciones sexuales tengas, más sabrás qué es lo que te gusta que te hagan y qué no, tendrás más confianza con tu pareja sexual y os compenetraréis mejor.
Le hemos preguntado a un grupo de 26 mujeres jóvenes para que nos cuenten su experiencia. El 84,6% no llegó al orgasmo en su primera relación sexual mientras que el 15,4% no está segura de sí lo hizo.
¿Los motivos?
La primera vez que las encuestadas lograron alcanzar el clímax, el 92,3 % se sintieron plenas, relajadas y disfrutaron. Mientras que 3,8 % se sintió estafada, no le parecía para tanto como se lo habían pintado y otro 3,8% se sintió tensa y, después, "sin más".
Una vez superada esa barrera del primer orgasmo, este no aparece en todas las relaciones. De las 26 encuestadas solo el 7,7% llega siempre mientras que el 15,4% nunca lo hace. El 34,6% llega casi siempre al orgasmo, el 30.8% depende de la situación y el 11, 5% casi nunca.
¿Por qué?
El 50% lo achaca a factores psicológicos (como el estrés o la falta de relajación), mientras que el resto añaden falta de implicación de la otra persona, falta de excitación, no saben el motivo, por falta de comunicación o por impedimentos físicos.
No te obsesiones con llegar al orgasmo. Lo mejor es que, una vez descartado cualquier posible problema físico, te informes sobre el tema, te relajes, te explores, te comuniques con tu pareja y que te diviertas. Seguro que te sorprendes con su llegada sin buscarlo. Y si necesitas una ayuda, siempre puedes recurrir a diferentes juguetes o al porno para excitarte.