SUPER TARDONES
Es habitual que en nuestro grupo de amigos cada persona tenga un rol. Uno llega tarde, otro siempre en hora, el gracioso siempre alegra el día, el organizador lo tiene todo bien dispuesto… En un mundo con superpoderes, ¿qué talentos les servirían mejor para su día a día?
Empezamos atacando al mayor pecador del grupo: el que siempre tarda de más. Dos poderes le vendrían de perlas a este rol: el teletransporte y la supervelocidad. No, no son lo mismo. En la práctica ambos superpoderes te llevan muy rápido hasta un sitio, pero la manera de vivirlos y sentirlos es muy diferente.
El teletransporte te lleva, literalmente, al instante. La supervelocidad siempre requiere el desplazamiento físico de la persona, por lo que no importa lo rápido que seas, tendrás que correr y correr hasta llegar. El mundo a tu alrededor parecerá lento y sentirás el planeta con retardo. ¿Cuál debería escoger este rol? Ambos, más que nada por asegurar de que llegue a tiempo de una vez.
En el otro lado del espectro tenemos a la persona que siempre llega en hora. Su capacidad para moverse por el espacio y el tiempo está fuera de toda duda, así que este rol se merece uno de los poderes molones: volar. Porque si es capaz de cumplir con los parámetros establecidos en una quedada, será capaz de surcar los cielos sin chocarse con nada que no deba. ¡Y todavía llegará antes que el tardón!
A veces se mezcla con el rol anterior, pero la persona que organiza destaca más por su capacidad mental. En esa línea, la telequinesis le será la mayor ayuda en su día a día. Su mente es poderosa, ¿por qué limitarse a mover cosas solo con las manos? Gracias a la telequinesis podrá organizar incluso más cosas en menos tiempo.
Las carcajadas que provoca iluminan el lugar en el que se encuentre, pero las bromas que hace no siempre encajan bien. ¿Cuál sería la solución? Poder rebobinar el tiempo, dar marcha atrás durante al menos un minuto para poder pensar una nueva broma. El público puede ser duro, pero es más fácil si ya sabes qué bromas no funcionan.
El interés artístico va acompañado de una multitud de herramientas, por lo que el omnilingüismo tecnológico sería ideal para este rol. ¿A qué nos referimos? A la capacidad de hablar con las máquinas y la tecnología. Imagina poder hablar con tu guitarra o tu teclado para poder estar en perfecta sintonía, ¿no sería perfecto? Además, así también podría combatir a las IA generativas, su archienemigo. ¡Todo ventajas!