SIGUIENDO LOS PASOS
Beyoncé deslumbró en el espectáculo de medio tiempo del partido navideño entre los Baltimore Ravens y los Houston Texans con una inolvidable actuación inspirada en su álbum de música country Cowboy Carter y lo hizo acompañada por su hija Blue Ivy y artistas invitados como Post Malone.
Beyoncé, acompañada de su hija Blue Ivy, deslumbró al interpretar los éxitos de su álbum de música country Cowboy Carter durante el espectáculo de medio tiempo del partido de Navidad entre los Baltimore Ravens y los Houston Texans.
La artista originaria de Texas tomó el escenario del NRG Stadium, ubicado en su ciudad natal de Houston, en una memorable presentación que comenzó con su entrada montada en un majestuoso caballo blanco mientras interpretaba su aclamado sencillo 16 Carriages.
Después de descender del caballo, continuó su actuación con una emotiva interpretación de Blackbird de The Beatles, junto a las reconocidas cantantes de country Tanner Addlell, Brittany Spencer, Tiera Kennedy y Reyna Roberts, quienes aportaron su talento y armonías al espectáculo.
Beyoncé lució impresionante con un conjunto que consistía en un body blanco, pantalones decorados con cristales brillantes y un elegante sombrero de vaquero blanco, reflejando a la perfección la temática del álbum. Además, el espectáculo contó con la participación de artistas invitados de renombre, como Shaboozey y Post Malone, quienes colaboraron en las canciones Sweet Honey Buckiin' y Levii’s Jeans, respectivamente, añadiendo una dosis extra de energía al evento.
La exintegrante de Destiny's Child también deleitó al público con clásicos, como Ya Ya, Jolene y My House, que fueron recibidos con entusiasmo por los asistentes. Sin embargo, el momento más inolvidable llegó durante la interpretación de Texas Hold 'Em, cuando su hija mayor, Blue Ivy, se unió a ella en el campo para bailar en línea al ritmo de la canción, dejando una imagen icónica que quedará grabada en la memoria de los fanáticos.
Este espectáculo marcó un hito especial, ya que fue la primera vez que Beyoncé, de 43 años, interpretó en vivo las canciones de su último álbum de estudio desde su lanzamiento en marzo. Su regreso a los escenarios reafirmó su estatus como una de las artistas más destacadas de su generación, ofreciendo una actuación llena de pasión, talento y sorpresas.