THE LUX INTERVIEW
Rosalía ha concedido una nueva entrevista a Zane Lowe para Apple Music con motivo del lanzamiento de su esperado disco LUX. En una conversación íntima y llena de reflexiones en el frontón Beti Jai de Madrid, la artista habla sobre el proceso creativo del álbum, su obsesión por "terminar el pensamiento" de cada canción y la evolución desde el minimalismo de Motomami hacia un sonido mucho más ambicioso y maximalista marcado por los sonidos orquestales.
Rosalía ha concedido una larga y reposada entrevista a Zane Lowe para Apple Music en el histórico frontón madrileño Beti Jai. En ella la cantante catalalana resume su nueva era con rotundidad reconociendo que: "Si no tuviera una carrera musical, probablemente estaría en la universidad estudiando teología". Con esa frase, da inicio a la narrativa de su cuarto álbum, LUX, un proyecto que ella misma define como "maximalista" frente al "minimalista" de su anterior trabajo, Motomami (2022).
Durante la conversación, la artista catalana detalla que decidió hacer un álbum en el que "iba a terminar las reflexiones, a terminar la canción, a seguir adelante hasta el final". Reconoce que ahora, que LUX “está terminado y es el momento de compartirlo”, el tiempo invertido le ha enseñado a tener paciencia. “Han sido tres años y muchas cosas pasan”, confiesa con calma.
El nuevo disco pivota sobre una estructura orquestal y majestuosa: violines, piano, arreglos de cuerdas, voces corales. Rosalía señala que la inspiración le llegó de un verso de Leonard Cohen: "Olvida tu ofrenda perfecta, todo tiene una grieta, así es como entra la luz”. Es precisamente esa grieta por donde atraviesa el nuevo trabajo; de ahí su título: LUX —luz en latín—, símbolo de imperfección, de aprendizaje, de revelación.
En estos años, Rosalía se sumergió en un proceso de lectura, escritura y reescritura: "Después de Motomami necesitaba parar en seco, leer y estudiar más", dice. “Comprender cómo la gente concibe y entiende la santidad de forma diferente".
LUX se presenta también como un trabajo global en todos los sentidos: la cantante canta en 13 idiomas —incluidos el latín, el árabe, el ucraniano, el mandarín, el francés, el italiano, entre otros—. "Cada idioma me recordaba una mujer: Juana de Arco (francés), Sun Bu’er (chino), Olga de Kiev (ucranio)", explicó. "Fue una ida y vuelta constantemente, como un año entero dedicado solo a las letras. He perdido la cuenta. He tenido que grabar, regrabar, escribir, reescribir y luego unir las piezas. Es como un rompecabezas."
El sonido de LUX, por tanto, es radicalmente diferente al de Motomami. Rosalía habla de aceptar el reto de "hacer un álbum más orquestal" y recalca que "la instrumentación es diferente de todos los otros proyectos que he hecho. Pero también la escritura, las estructuras, es muy diferente". Esa ambición sonora se traduce en combinaciones arriesgadas: música clásica, flamenco, electrónica, idiomas diversos y arreglos sin precedente en su trayectoria.
La artista intercala declaraciones sobre su vida creativa con reflexiones sobre su identidad y misión: "Creo que la mejor ficción es la que tiene esa especie de línea difusa entre lo personal y lo universal, entre lo detallado y lo abstracto. Tiene que haber una especie de verdad mía, pero al mismo tiempo, creo que se trata de lo otro. Si estás escribiendo desde este lugar puedes cantar desde este lugar." Además, señala con honestidad el lugar de la intuición en su proceso: "Es mucho instinto y tratar de ser como: voy a escribir y veamos cómo sonarán estas cosas en otro idioma", dice en su conversación sobre LUX.
Tras mucho tiempo encerrada escribiendo, luego en el estudio y por ultimo perfeccionando los temas y las partituras hasta último detalle para que fueran grabadas por la orquesta sinfónica de londres Lux está destinado a convertirse en uno de los discos más ambiciosos y rompedores de los ultimos tiempos.