ZODIAC THINGS
Una buena parte de la población considera los signos del zodiaco como algo inútil, o incluso contraproducente; pero, ¿existe algún beneficio en esta clasificación de las personalidades en base a la fecha de nacimiento?
En lo que a los signos del zodiaco se refiere, existen opiniones muy polarizadas: hay quienes creen en ellos como si fueran una religión, y hay quienes se mofan de ellos por considerarlos una estupidez inútil. Aunque es innegable que la fecha de nacimiento poco puede tener que ver con nuestra personalidad en la edad adulta, sí que hay una utilidad importante para este tipo de esoterismos: la autorreflexión.
Cuando lees cualquier tipo de análisis de la personalidad, existe un proceso de reflexión en el cual compruebas cuáles de los rasgos que se te están asociando coinciden contigo, y cuáles no tienen nada que ver. También es una buena forma de analizar las propias fortalezas y, sobre todo, las debilidades, y eso puede llevar a las personas a ser más conscientes de sus propias carencias y de aquello en lo que deberían mejorar.
Por desgracia, son muchos los que, a pesar de haber hecho esta autorreflexión, han convertido su signo del zodiaco en una excusa para justificar sus rasgos más negativos: el egocentrismo, la irresponsabilidad emocional o el carácter violento se convierten, de pronto, en comportamientos inevitables por el hecho de haber nacido en un día del año en concreto. Esta es, probablemente, una de las causas por las que tantas personas se han vuelto en contra de creencias como la de los signos del zodiaco: sin duda, se habrán cruzado con personas que se habrán escudado en sus signos para cometer acciones desagradables.
Vivimos en una época en la que la astrología y otros sistemas de clasificación de la personalidad están en auge, pero su utilidad varía mucho dependiendo de lo dispuesta que esté cada persona a utilizar estos análisis como forma de ser cada día mejor, en vez de como justificación para hacer lo que a uno le venga en gana sin sentir ninguna culpa.