APUNTA ESTOS TRUCOS
El turismo en solitario se consolida como tendencia para este verano. Ya no es raro viajar sin amigos o pareja: al contrario, se valora como oportunidad de libertad, autodescubrimiento y conexión. Preparamos la guía definitiva para emprender aventuras solo, con seguridad y sin echar de menos la compañía.
Viajar solo solía considerarse algo arriesgado. Pero hoy lo vive mucha gente entre 25 y 45 años como elección consciente. Servicios diseñados para ello han surgido: tours exclusivos para solitarios, alojamientos solo friendly y alojamientos con espacios comunes para conocer gente.
Empresas como Backpacker Trips o Viajeros Solitarios organizan rutas en grupo, pero solo para gente que viaja sola. Así, el viajero se integra sin el compromiso de amistad previa. Alquilar Airbnb con habitaciones no compartidas, apuntarse a free tours, o dormir en hostels con dinámicas sociales, facilita conexiones espontáneas sin sacrificar privacidad.
En cuanto a seguridad, los consejos son los mismos: dormir en zonas bien valoradas, compartir itinerario con alguien de confianza, mantener copias digitales de documentos y utilizar apps de emergencia como Safe365. Más del 80 % de personas que viajan solas lo consideran una experiencia positiva, según un estudio de Hostelworld.
También importa el tipo de viaje: cultural, activo o de relax. Para visitar ciudades europeas basta con buen plan de museos, restaurantes y paseos. Para rutas de naturaleza, se valora compartir taxi o excursiones con operadores fiables.
Y está lo emocional. Viajar solo es ideal para reflexionar, afrontar miedos y disfrutar de un ritmo propio. En definitiva, viajar sin compañía es mucho más que una moda: una forma de romper con la rutina, centrarse en uno mismo y, quizá, encontrarse con otros viajeros en el camino.